El
27 de enero de 1945 los soldados aliados entraron en Auschwitz y
acabaron con el campo de exterminio cuyo nombre resume como ningún otro
el horror del III Reich. Hoy, cincuenta y cinco años después, Berlín
inicia simbólicamente la construcción de un monumento a los que
perdieron la vida en alguno de aquellos campos de concentración: las
víctimas del holocausto.
Un visitante contempla
una de las fotografías con las que la ciudad de Dachau ha querido traer a
la memoria el horror del régimen de Hitler. (REUTERS)